1. INTRODUCCIÓN
En este trabajo lo que se pretende es que la gente sepa que es el cambio climático, eliminando cualquier ambigüedad con otros temas que pueden estar muy relacionados o en relación directa pero no son en ningún caso el cambio climático en sí mismo. Además se aportan las tres posturas actuales acerca del cambio climático en las cuales se basa la sociedad actual. Para que el lector dependiendo de los argumentos que se utilizan por los distintos científicos, se identifique con alguna de estas según su criterio o por el contrario piense que todas estas posturas son insuficientes o algunas de estas deben converger etc. Por último se dan consejos para ahorrar energía, ahorro familiar, reducir o minimizar (quien crea que existe) el cambio climático, contaminar menos, y que el medio ambiente que es el fin ultimo de nuestro trabajo salga beneficiado. Ya que la mayoría piensa equivocadamente que el problema son de las industrias, fábricas, transporte por carretera etc. las que contaminan tanto, y que lo que nosotros hagamos es insignificante o es más, que nuestra aportación no seria suficiente para reducirlo.
2. Cambio climático. DEFINICIÓN
Se llama cambio climático a la modificación del
clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos:
temperatura,
precipitaciones,
nubosidad, etcétera. Son debidos a causas naturales y, en los últimos siglos se sospecha que también a la acción de la humanidad.
El término suele usarse, de forma poco apropiada, para hacer referencia tan solo a los cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo de
calentamiento global. La
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático usa el término cambio climático sólo para referirse al cambio por causas humanas:
Por 'cambio climático' se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables
Artículo 1, párrafo 2
Al ser producido constantemente por causas naturales lo denomina variabilidad natural del clima. En algunos casos, para referirse al cambio de origen humano se usa también la expresión cambio climático antropogénico.
Además del calentamiento global, el cambio climático implica cambios en otras variables como las
lluvias globales y sus patrones, la cobertura de
nubes y todos los demás elementos del sistema atmosférico. La complejidad del problema y sus múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea mediante el uso de modelos computacionales que intentan simular la física de la
atmósfera y de los
océanos y que tienen una precisión muy limitada debido al desconocimiento actual del funcionamiento de la atmósfera.
En este trabajo nos vamos a centrar en el cambio climático actual, ya que parece que es un tema bastante de moda ahora. Parece ser que científicos, los gobiernos y la gente en general a aceptado éste como un problema al día de hoy, independientemente de si se toman medidas al respecto o no.
Aclaración.
A partir de ahora siempre que hable de cambio climático me referiré al cambio climático actual.
3. POSTURAS ACERCA DEL CAMBIO CLIMÁTICO
A día de hoy se conocen tres posturas acerca del cambio climático.
La primera postura es simplemente en que no hay un cambio en el clima. Los defensores de ésta postura afirman que todavía es pronto para hablar de cambio en sentido estricto. Estos afirman que el clima es el conjunto de todos los procesos meteorológicos que se producen en un periodo de tiempo bastante largo. Por lo tanto dicen que estas irregularidades son debidas a circunstancias meteorológicas adversas en un momento concreto y que no es suficiente para hablar de un cambio.
La segunda postura es que sí hay un cambio climático (la mas aceptada y extendida actualmente), según este colectivo, este cambio está produciéndose debido a la acción humana sobretodo (acción antropogénica sobre el medio). Estos afirman que el cambio climático es un proceso natural y que el hombre lo está acelerando bruscamente con sus actividades contaminantes sobre la tierra. La utilización de combustibles fósiles, la tala abusiva de los bosques primarios, los incendios forestales, una agricultura y aumento demográfico insostenibles entre otros son los principales causantes de este cambio climatológico.
La tercera postura es que si existe cambio climático pero las causas naturales predominan sobre las acciones humanas. Esta teoría es bastante reciente y fruto de bastantes años de investigación. Me voy a detener más en esta postura porque pienso que se desconoce bastante y a mi parecer es muy interesante además de válida. Las investigaciones del físico danés Henrik Svensmark, padre de la cosmoclimatología, sugieren que una especie de “conjura” entre el Sol, los rayos cósmicos y las nubes es la última responsable del cambio climático. También el CO2 y otros gases efecto invernadero pero con menor repercusión. Nos preguntaremos ¿significa eso que muchos científicos y políticos están exagerando el papel del CO2 que emitimos los seres humanos? Dejo esta pregunta para que cada uno saque sus propias conclusiones después de leer este trabajo. En un propósito de sembrar dudas donde lo que pensábamos que estaba claro ya no lo es tanto (desbarata la ortodoxia establecida) y también para dar respuesta a preguntas que previamente teníamos. En todo caso la polémica esta servida.
4. EXPLICACIÓN DE LA TEORIA DEL FÍSCO HENRIK SVENSMARK
Así influye el Sol en el cambio climático:
Los estudios de Svensmark le han llevado a afirmar que el Sol tiene un papel principal en el calentamiento de la Tierra a través de otro factor: la radiación cósmica, que interviene en la condensación de las nubes. Este es el proceso paso a paso.
1. Los rayos cósmicos impactan en la heliosfera (zona de influencia del Sol) por motivo de la alta actividad solar, debido al intenso viento solar, muchos rayos cósmicos no pueden atravesar la heliosfera. En el caso de que hubiera baja actividad solar, los rayos penetran con mayor facilidad en el campo magnético solar y alcanzan la atmósfera terrestre.
2. Estos bombardean la Tierra, cuando la actividad del Sol es baja, los rayos cósmicos llega a la Tierra en mayor cantidad, impactan con las capas altas de la atmósfera y favorecen la aparición de nubes.
3. Formación de las nubes. Los rayos cósmicos colisionan con las partículas de la atmósfera y hacen que quede ionizada, es decir, eléctricamente cargada. Los electrones libres de la atmósfera promueven que las moléculas de ácido sulfúrico y agua se unan en agregados moleculares, estos agregados moleculares favorecen la formación de gotas de agua. El agua se condensa y da lugar a la aparición de nubes, al reflejar los rayos solares, las nubes impiden que estos alcancen la superficie terrestre y, por tanto, evitan el calentamiento global del planeta y en consecuencia el cambio climático.
Esta postura tiene un cambio con la anterior, debido a que en la anterior consideraban desde la visión estándar del cambio climático; las nubes se conciben como un resultado del clima mientras que en esta última postura es totalmente al revés, el clima es una consecuencia de cómo son las nubes.
Vivimos en un momento único en la historia reciente, con la actividad solar más alta que hemos tenido en mil años. Y sabemos que las variaciones en el Sol han provocado cambios significativos en el clima. Hace 300 años, coincidiendo con un periodo de baja actividad sola, hubo una pequeña edad de hielo. La última etapa de alta actividad solar ocurrió en la Edad Media. En conclusión puede que exista algún factor humano en el cambio climático del próximo siglo, pero el efecto natural del Sol también es importante y debería contemplarse en los modelos que se usan para hacer predicciones.
5. 21 consejos que puedes hacer tú contra el cambio climático
En cuanto a las tres posturas hay una cosa que tienen en común, y es que están de acuerdo en que hay que ahorrar energía, auque sea según cada uno de ellos con un fin distinto. Para unos en tal de parar o desacelerar el cambio climático y otros porque piensan que hay buenas razones para conservar nuestros recursos y economizar la energía, pero los argumentos para hacerlo no están necesariamente unidos al clima.
Por ello vamos a dar 21 consejos en los que nosotros mismos podemos hacer frente a lo dicho en todo este artículo. De esta manera no solo saldrá beneficiado el medio ambiente sino nuestra economía familiar, ya que como todos sabemos estamos actualmente emergidos en una crisis o recesión económica depende de cada quién, en la que el precio de los alimentos básicos (arroz, leche, cereales…), el petróleo, la luz, descenso del principal impulsor económico de nuestro país la construcción, un aumento del paro, subidas en las hipotecas etc. Esta llevando a nuestra sociedad a la típica frase de que “hay que apretarse el cinturón”.
1. Sustituye las bombillas incandescentes por otras de bajo consumo.
Tan simple como eficaz. Además de recortar la factura de la luz cada mes, se puede llegar a reducir el gasto eléctrico del hogar hasta un 60%. Las bombillas más ahorradoras so las fluorescentes compactas (CFL, en sus siglas en inglés). Es cierto que son mas caras que las de filamento, pueden llegar a costar entre tres y cinco veces más, pero a la larga salen rentables, ya que consumen una cuarta parte de la energía de las incandescentes y duran muchos años más.
2. Aísla mejor tu vivienda.
A veces, no hacen falta soluciones del siglo XXII para solucionar problemas del siglo XVIII, como es el mantenimiento de las casas. La energía consumida en el hogar es el responsable del 18% de los gases de efecto invernadero. Entre el 25% y el 30% de las necesidades de calefacción en un domicilio se deben a pérdidas de calor que se originan en las ventanas. Durante el invierno, a través de un cristal normal se pierde la energía contenida en 12 kg. de gasoleo por cada m2 de superficie. Además de comprobar que las puertas y las ventanas cierran bien, la mejor medida es un doble cristal aislante.
3. Potencia la ventilación natural.
Hay trucos para mantener la temperatura de casa sin activar el aire acondicionado o la calefacción. En verano se puede mantener fresca cerrando las ventanas durante el día para evitar la entrada de calor, y bajando toldos y persianas para impedir que penetre la radiación solar. Al no poner en marcha el aire acondicionado, se evita la emisión de 578 kg. de CO2 al año. En las noches veraniegas en cambio, las ventanas deben estar abiertas para refrescar la casa y potenciar la ventilación natural y la circulación de aire. En invierno hay que ventilar las habitaciones rápidamente. Para evitar que se enfríen las paredes, lo mejor es abrir las ventanas sólo 10 min. y nunca se deben tener abiertas, ni siquiera una rendija, mientras el aire acondicionado o la calefacción estén encendidos.
4. Ajusta el termostato.
Antes de encender el aire acondicionado hay que pensar si es necesario, ya que a veces basta con un ventilador. Una temperatura entre 22º C y 24º C es más que agradable, y llevando la ropa adecuada. No se trata de ir por casa en manga corta en invierno y con una chaqueta en verano. Es mejor mantener las puertas cerradas cuando los sistemas de acondicionamiento térmico están en marcha y, al salir de casa, hay que asegurarse de dejarlos apagados. Los termostatos permiten regular automáticamente la temperatura de la habitación, que debe ser más alta durante el día que durante la noche. Con sólo bajar 1º C la calefacción se puede ahorrar 228,7 kg. de CO2 anuales.
5. Huye de los precocinados
Además de ser mas beneficiosa para la salud la cocina casera es también más respetuosa con el medio ambiente. Los platos de comida rápida y los preparados congelados y listos para su consumo requieren mucha energía en el proceso de descongelación. Puedes gastar menos energía si dejas tapada la cacerola al hervir el agua o al preparar un guiso. Además, la olla a presión es un gran invento que permite economizar tiempo y energía. Los que tienen una cocina eléctrica pueden apagar las placas o el horno cuando ya estén lo bastante calientes sin gastar más electricidad. Y en este caso, calentar agua o leche, es mucho mejor hacerlo en el microondas, que consume aún menos energía que la Vitro cerámica.
6. Usa electrodomésticos A+ +.
Cuando compre un nuevo electrodoméstico, busca el que tenga etiquetas de ahorro energético de las categorías A + o A + +, una distinción que otorga la UE. a los más eficientes. Piensa que aparato te conviene, procura escoger uno con el volumen que necesites. El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio puso en marcha en julio de 2.006 un plan renove para sustituir los electrodomésticos antiguos por otros de la clase A. Ejemplo: un frigorífico de la clase A + +, en 15 años puede consumir 2.956 kW/h y una factura de 414 €. En cambio, el de la clase G, el menos eficiente engullirá 12.319 kW/h y gastará 1.725 €. Cambiar los aparatos viejos por otros ahorradores. Las ayudas se conceden en cada comunidad autónoma y como mínimo son de 50 €. Esta medida supondrá un ahorro equivalente al consumo eléctrico de mas de 150.000 hogares en un año.
7. Elimina los esfuerzos extra.
Para que el aparato no trabaje en balde se debe colocar en un lugar fresco, alejado de fuentes de calor como e horno, y no introducir en él alimentos calientes, de manera que no tenga que hacer sobreesfuerzos para enfriarlos. Es recomendable descongelar la nevera de vez en cuando, porque gasta más cuando mas hielo acumula. Y si es anterior a 1.993, piensa en cambiarlo: consume el doble que uno moderno de alta calidad.
8. ¡ No a los vampiros de energía!
Aunque no los usemos, algunos aparatos, como los televisores, los reproductores DVD, ordenadores, mini cadenas y las consolas, siguen consumiendo electricidad, bien porque mantienen activas ciertas funciones, bien porque están en stand by. Su derroche pasivo constituye entre un 5% y un 13% del gasto eléctrico doméstico en los países de la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Para evitarlo, basta con desconectar los enchufes: así se evitan hasta 87,2 Kg. de CO2 al año.
9. Envases y paquetes, los justos.
En la fabricación de los envoltorios de los CD o de la fruta empaquetada se gasta energía, lo que se traduce en CO2 liberado a la atmósfera.
10. Come menos carne.
La ganadería es responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Se debe a energía consumida durante la producción de fertilizantes y la tala de bosques para los pastos, además de los enormes volúmenes de metano producido por el ganado vacuno. La mayor parte de las granjas emplea un sistema intenso, con una gran concentración de animales y de productos de desecho contaminantes.
11. Comparte tu vehículo.
Si tienes que coger el coche para ir a trabajar, intenta compartirlo. En 8 de cada 10 coches que circulan por las carreteras españolas viajan con conductores solos, y 4 de cada 10 lo hacen de manera habitual. Mientras que algunas personas se mueven en potentes todo terreno, otros viajan en autobús. Algunos necesitan volar por todo el mundo durante su tiempo de ocio, y otros prefieren pasar las vacaciones desplazándose a pie. Son patrones de conducta muy distintos, tan grandes como el potencial de ahorra energético. Las ruedas adecuadamente infladas son buena medida para ahorrar combustible.
12. Lava y seca con cabeza.
Según el instituto de Manufactura de la Universidad de Cambridge, el 60% de la energía asociada a una pieza de vestir se emplea para lavarla y secarla. A lo largo de su vida, una camiseta puede producir hasta 4 Kg. de CO2. la solución no consiste en dejar de hacer la colada, sino, en lavar la ropa en agua fría en vez de caliente. Olvídate del prelavado, poner la lavadora solo cuando este llena. Dejaremos de emitir 359,8 Kg. de CO2 anuales. Otro punto muy importante es el secado de las prendas. Es mucho mejor tenderlas: ¡la secadora devora energía! De hecho, es el electrodoméstico más glotón, responsable del 80% de energía en hacer la colada.
13. Usa el transporte público.
El tráfico de vehículos es el culpable del 14 % del total de emisiones efecto invernadero. Una de las mejores formas de reducirlas está en utilizar el transporte público: autobús, metro, tren o mejor aún la bici. En la actualidad, el 88 % de los trayectos realizados en los EE UU y el 80 % en Europa se hacen en coche, lo que además de contaminar, provoca desagradables atascos. Los autobuses, metros y trenes son, según datos de Greenpeace, tres veces más eficientes que los vehículos privados.
14. Di “no” a las bolsas de plástico.
Las bolsas de plástico tiene una alta probabilidad de acabar tiradas en el campo o en el mar, y su impacto medioambiental es enorme. Además de las grandes cantidades de energía necesarias para su elaboración, están compuestas por derivados del petróleo, y pueden tardar medio siglo en degradarse. EE UU y la UE consumen el 80 % de la producción mundial, y en España cada ciudadano usa 238 unidades anuales. Según Cicoplast, que agrupa fabricantes y distribuidores, esto supone más de 97.000 toneladas de bolsas al año, de las que apenas se recicla un 10 %. Podemos reducir la contaminación utilizando un carro, un cesto de la compra o bolsas de tela. Algunos países ya están planteando diversas medidas para minimizar su impacto, como los materiales biodegradables. El Ministerio de Medio Ambiente pretende que para el 2.015 el 70 % de las bolsas estén hechas con plástico elaborado con fécula de patata.
15. Pide las facturas on line.
Disminuye tu gasto de papel pagando los recibos on line y recibiendo las facturas en tu correo electrónico. Además de reducir la tala de árboles, esto ayuda a rebajar el consumo de combustible en transporte de papel y transformarlo a partir de la celulosa. Según un informe de Javelin Strategy & Research, si cada estadounidense consultara y pagara sus facturas on line, se reduciría el gasto en 1.450 millones de toneladas anuales y se recortarían las emisiones de CO2 en 1,9 millones de toneladas al año. ¿No está mal, verdad?
16. Compra productos locales.
La piña de costa rica, la carne de Argentina, las cebollas de la India, la leche de Francia… Si miráramos las etiquetas veríamos que mucho proceden del extranjero. Y eso tiene un impacto ecológico importante, puesto que se deben emplear mucho petróleo en trasportarlos, además de energía para conservarlos desde que salen de su lugar de origen hasta llegar a su destino. Resulta mas sostenible adquirir productos de temporada y de los agricultores y ganaderos del lugar.
17. Separa y recicla.
En 2.007, los españole reciclamos 4.637.700 de toneladas de papel y cartón, según datotes de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta de Papel y carton (ASPAPEL). Esto supone el 60% de lo que usamos y un ahorro de superficie equivalente a 45 estadios de fútbol como el Bernabeu o el Camp Nou llenos hasta arriba. No obstante, el otro 40 % lo pulverizamos. España es uno de los países que mas recicla de la UE, aunque a la vez es de los que más consume. Se puede reducir esa cantidad comprando mas papel reciclado, que utiliza un 60 % menos de energía que el virgen. Canda tonelada así comprada ahorra 4.400 kW/h de electricidad, 30.000 L. de papel y unos 19 árboles. Y hay que recordar el vaor de cada árbol ya que tienen la capacidad de filtrar hasta 27 kg de agentes contaminates del aire.
18. Piensa menos es más.
No hace falta vivir en una casa enorme. Requiere mucha más eficiencia energética en los sistemas calefacción y refrigeración. Lo mismo ocurre con el coche. Antes de comprarlo, párate a pensar si con él vas a realizar trayectos cortos o largos, y si conducirás más por ciudad o por carretera. Un monovolumen o un todo terreno no son adecuados para asfalto urbano: producen grandes gastos energéticos y ocupan mucho espacio. Ya hay vehículos que consumen 4 L. en 100 Km. y pronto habrá en solo 2 L. Como afirmaba el corredor de F1 Michael Schumacher “las cosas increíblemente pequeñas conducen a resultados extraordinariamente satisfactorios”.
19. Quítate la corbata.
Cuando vayas al trabajo, déjala en casa. El verano de 2.005 los hombres de negocios y oficinistas japoneses cambiaron sus habituales trajes con corbata por camisas más veraniegas, con cuellos abiertos y colores tropicales. Era parte de un esfuerzo del gobierno japonés manteniendo la temperatura de las oficinas a 28ª C todo el verano. Al principio aquella iniciativa causo polémica, pero funciono, porque recortaron gases efecto invernadero en el país nipón. Ese verano Japón redujo 71.700 toneladas de CO2.
20. Dale un descanso a tu ordenador.
No nos engañemos: los salva pantallas no ahorran energía. Un ordenador de mesa consume en promedio sin incluir monitor de 60 a 250 W. cada dia. Si en vez de dejar tu máquina permanentemente encendida, usas el ordenador 4 horas al dia y lo apagas el resto del tiempo, puedes ahorra hasta 50 € al año en electricidad; además, esto recortaría las emisiones de CO2 del aparato en un 83 %. Por eso, cuando vayas a utilizar el ordenador durante un rato, apágalo. Utiliza el modo de ahorro del sistema operativo y al terminar de trabajar, desconéctalo. Las pantallas planas y los portátiles son muy eficientes energéticamente.
21. El último en marcharse que apague la luz.
Quizás el hecho de designar un responsable para esto te parezca como volver al colegio, pero es una iniciativa que podría reducir el gasto eléctrico, además de alargar la vida de los equipos informáticos y reducir el coste de mantenimiento. Se trata de que el último en irse de la oficina se pasee para comprobar que todas las luces, los ordenadores, los faxes y las impresoras estén apagados. El aire acondicionado y la calefacción se pueden programar para que se conecten y desconecten solos.
6. CONCLUSIÓN
En definitiva lo que se extrae del siguiente trabajo es el conocimiento del cambio climático y sus diferentes posturas. Con ello se pretende que el lector piense en que esta pasando realmente, ¿quien son los causantes de este?, en verdad las ¿posturas que hay son fiables? O por el contrario estas posturas son incompletas o inacabadas debido a que estas han prescindido de variables que podrían ser esenciales, para hacer predicciones futuras y así poder afirmar verdades objetivas. Por último decir que estos consejos son muy importantes para el medio ambiente, solo con cumplir 1 de estos la cantidad de energía ahorrada y reducción de CO2 es más que considerable independientemente de los demás beneficios mencionados. Por tanto seria bueno empezar nosotros mismos “los adultos” en cambiar y dar ejemplo a nuestros hijos para que ellos no tengan que cambiar sino que forme parte ya de su vida cotidiana o como una forma normal en este tipo de consejos que aquí se dan. Es decir, terminar con la absurda pregunta tabú “¿tú reciclas?” como algo anormal y que la nueva sociedad la vea como una cosa normal.
